Hoy le daremos algunas ideas para el acabado de fachadas.
Para evitar tener que renovar fachadas constantemente, se debe utilizar yeso de buena calidad, específicamente para el tipo de mampostería. El yeso tiene la función de proteger la fachada de las viviendas, que con el pasar del tiempo se deterioran y sus muros parecen derrumbarse y con muchas grietas.
Para evitar tener que renovar fachadas constantemente, se debe utilizar yeso de buena calidad, específicamente para el tipo de mampostería. El yeso tiene la función de proteger la fachada de las viviendas, que con el pasar del tiempo se deterioran y sus muros parecen derrumbarse y con muchas grietas.
Para evitar la renovación de fachadas de manera frecuente, sólo tiene que utilizar algunos trucos que limiten los efectos de los cambios de temperatura, de los agentes atmosféricos y de la humedad.
Cuando se hace renovación de fachadas, y las obras son sólo de restauración de yeso, no es necesario pedir ninguna licencia, pero si se realizan cambios en el tipo de acabado o color se requiere permisos municipales. Y debemos también indagar en el Municipio si se pueden hacer los cambios que queremos en base al Plano de colores vigente.
En todo caso la empresa ejecutora de la renovación de fachada deberá solicitar un permiso para poder ocupar el suelo público para la instalación de estructuras temporales (andamios), y ellos su vez deben preparar un plan de seguridad y coordinación , en el caso de intervenciones que impliquen riesgos de caída desde lo alto.
Los yesos se distiguen en rústicos y civiles. El yeso rústico es el bajo fondo, la capa en contacto directo con la mampostería, el yeso civil, es en cambio la última capa, la que constituye el acabado.
Los apósitos son compuestos a base de morteros, una mezcla de arena cemento, y cal en proporciones diferentes según el uso que se le va a dar. Hay tres tipos de morteros. Los morteros hidráulicos son a base de ligantes hidráulicos tales como cemento y se mezclan con el agua. Una vez endurecidos se convierten en estables incluso en contacto con el agua. Las morteros aéreos tienen como aglutinante una cal viva, cal apagada y yeso y se endurecen en contacto con el aire. Morteros aditivos son aquellos cuya composición está enriquecida por productos que mejorarán su calidad con el fin de obtener un rendimiento específico. Se obtienen así los morteros con características especiales de resistencia al agua, porosidad e impermeabilidad.
El éxito de la escayola o yeso depende de las características y las condiciones en que se encuentra la mampostería subyacente.
Antes de proceder con el yeso es necesario comprobar el grado de absorción de la pared. Para comprobar esto es suficiente verter un vaso de agua en la pared: si resbala y no penetra, significa que la pared absorbe poco y el yeso no podrá adherirse bien. Si en cambio, el agua se seca rápidamente, quiere decir que la pared es muy absorbente y puede haber peligro de deshidratación. En el primer caso, es necesario aplicar un producto para favorecer la adhesión del yeso, en la segunda se debe preventivamente mojar la pared.
Las paredes viejas suelen ser hechas en piedra o ladrillos. En este caso, es necesario proceder primero con la verificación de las condiciones estáticas de la mampostería (paredes). Después de eliminar el yeso viejo es necesario realizar un lavado a fondo de toda la superficie. Si el mortero utilizado es muy rico en componentes hidráulicos puede provocar exfoliación y problemas de transpirabilidad. Si en cambio se usan morteros aéreos se debe prestar atención a la calidad de la cal, si tiene dosis excesivas puede causar grietas, la contracción de la escayola y escasa resistencia.
El deterioro de la mampostería y la presencia de grietas son provocadas por el hecho de que los materiales de construcción, con los cambios de temperatura y la acción de los agentes atmosféricos sufren deformaciones. Esto sobretodo cuando la mampostería es mixta. En este caso, es necesario intervenir con un yeso subyacente de al menos 1,5 cm de espesor. Para el acabado posterior se utiliza una capa gruesa y de buena elasticidad.
La capa final del clásico yeso es de color gris-blanco y necesita ser teñido. También hay, yesos a base de masilla de cal coloreado con tierras naturales. En este caso, por lo tanto, el precio de la intervención es más bajo, ya que no es necesario intervenir dos veces.
Lo que influye también en el precio es los andamios, que en este caso debe ser alquilados por un período más corto, o no necesita ser desmontado y vuelto a montar, como sucede cuando la pintura se pospone por unos meses.